Tengo la dicha de vivir en un hermoso país, donde encuentro playas y montañas.  Para nuestro primer Recorridos se me presentó la oportunidad de visitar Jarabacoa, pueblo al que ya había ido muchas veces cuando niña, pero que tenía muchos años sin ir y no había podido realmente apreciar.
Este bello pueblo está ubicado en el mismo centro de la cordillera central. Tres son los principales ríos que pasan por él: El Yaque del Norte, el Jimenoa y el Baiguate. El municipio posee también impresionantes saltos de agua, como son  el Salto de Jimenoa y el Salto Baiguate, y constituye la vía de acceso principal hacia el Pico Duarte, que es el más grande de las Antillas.

Sabemos que aunque vivimos en una isla tropical, en nuestras montanas podemos disfrutar de un clima más frio y esta localidad presenta un clima tropical lluvioso; aunque está atenuado debido a su altitud, unos 500 metros sobre el nivel del mar. Presenta una temperatura promedio anual de 22 °C (72 °F) y lluvias abundantes durante casi todo el año.
Esta vez hicimos un pequeño Recorrido por el Salto de Jimenoa. Su belleza es impresionante.

Recuerdo cuando niña que el salto era un balneario, del cual yo disfruté sus aguas, pero también era conocido por su peligrosidad, ya que es una zona rocosa y cuando las personas saltaban solían lastimarse, por lo que en la actualidad, el Salto es un parque natural del cual solo podemos disfrutar su belleza. Antes de llegar al Salto, hay unos pequeños ríos en los cuales sí podemos zambullirnos.

Les cuento que no recordaba el famoso puente que hay que cruzar para llegar al salto y si no lo sabían, les informo que soy una persona SÚPER temerosa, todo me da miedo, sobre todo un puente que cuando lo cruzas se mueve completo, ya sabrán ustedes el episodio de terror que viví, al punto que no pude grabar mientras lo cruzaba, ya que mis gritos se escuchaban a dos kilómetros. Pero independientemente de esto, disfrute llegar y encontrar tal hermosura.

Aquí les dejo un pequeño recuento de lo que pasó. Disfruten!