El mundo cibernético está lleno de personas que nunca tienen nada bueno que decir, personas que su función principal en la vida es buscar defectos en todos lados, en la más mínima cosa, incluso hasta donde no los hay, y hasta he llegado a pensar que, si este tipo de persona no dice o comenta algo malo, su mundo no está completo.
Existen, si, están en todos lados, pero, una cosa es tener tus “haters” que muchas veces ni sabes que están ahí y otra es andar por la vida con delirios de persecución.
Los “Haters” o “Trolls” han existido siempre, no solo “en línea”, ellos fueron los que inventaron el Bullying, yo los tuve en el colegio, eran ese grupito queriendo ser cool que se burlaban de absolutamente todo.
La psicología del hater dice que no es más que una persona con problemas de autoestima, que de la única forma que se siente “mejorcito” consigo mismo, es molestando a otro y normalmente esa persona a quien molesta, es todo lo que quisiera ser; pero también están los que simplemente tienen ganas de j0der.
Todos tenemos este tipo de personas a nuestro alrededor, cierto, pero he visto que esto de tener haters, se ha convertido en una especie de tendencia. Veo personas que lo único que comparten en sus redes sociales es refiriéndose a sus haters, a quienes le envidian, a quienes quieren ser como ellos, o a aquellos que "les molesta" su progreso.
Honestamente te pregunto: ¿Tienes realmente haters o es un delirio entre grandeza y persecución?
Tener personas que disgusten de tu trabajo o estilo de vida, es completamente normal, no eres papeleta de US$100 para que todo el mundo te ame, pero sentir que el mundo te odia, que todos están en tu contra y que debes cuidar tu espalda, son otros quinientos.
La verdad es que estás claramente invirtiendo demasiado tiempo y energías en preocuparte por todo el “mal” que otros te desean y al final eres tú quien te estás drenando tu propia energía.
Yo conozco unos cuantos, con fuertes delirios, de la misma forma que conozco muchos odiadores, a ambos les digo: ¡Dejen su pendejada y dedíquese a vivir! Es muy bueno estar vivo y disfrutar de todas y cada una de las pequeñas cosas.
No hay verdad más grande que aquella que dice que si no tienes nada bueno que decir… ¡Cállese su boca! o algo así y eso aplica para ambos lados de esa moneda.
Cuéntame, ¿Cuántos conoces con delirios de
persecución? Te leo.
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