Este año decidí tomar las cosas con calma, asistir los días que mi agenda, tiempo y guardarropa me permitían, por lo que salí de mi hogar rumbo a Santo Domingo el jueves 25 de octubre, a las 8 de la mañana, con dos maletas repletas y un bulto lleno de maquillaje.
Las expectativas para esta edición de Dominicana Moda, estaban muy altas, 13ava edición y segunda en la ciudad colonial de nuestra capital, muchas novedades en el evento, muchos invitados especiales y como siempre, mucho cotilleo.
Llegué a mi casa fuera de casa el @HotelDonaElvira y rapidamente luego de ser recibida por Alex y Diomary, corrí a instalarme en mi habitación y cambiarme al primer look del día, quería algo sencillo pero que fuera apropiado para iniciar mi semana de la moda. En ESTE ARTICULO puedes ver todo lo que me puse durante la semana.
Pero no bien voy saliendo de los primeros desfiles cuando mi rodilla decide fallar y al ir caminando sola y no tener de quién o qué sostenerme, pues me caí, me golpeé ambas rodillas y me lastimé el tobillo izquierdo. Yo pensé que no había sido más que los raspones de la rodillas, pero luego de regresar al hotel y descansar, el pie me dijo: “Hola beibi! Estoy retorcido!” Y ahí la puerca me retorció el rabo y me entró un terrible dolor que no me dejaba ni caminar! Los chicos del hotel me curaron la herida y vino Stephanie con hielo en mano para calmar la inflamación, pero que va! Pero gracias a mi colega Gianny “FashionHolic” que me informó, luego de horas preguntando, dónde estaba la farmacia más cercana y pues así pude aguantar hasta el final!
Pero volvamos a la semana de la moda. Como les decía, este año estuvo repleto de novedades; importantes blogueros internacionales estuvieron de visita por el país, todos fueron tratados de maravillas, lo que causó cierto celo entre los blogueros locales, pero que eso no pasó de ahí, celos y cotilleo.
Lo que si me impresionó, fue la cantidad de prensa internacional, cosa que me alegra mucho, pues nuestra semana de la moda no tiene absolutamente nada que envidiarle a ninguna internacional, talento de sobra sí que tenemos, además de, el más bello escenario para todos los desfiles nuestra Ciudad Colonial.
Una de las cosas que me gustó este año, fue la adición de el DMVillage, una zona con locales de comida y bebida dentro de la fortaleza ozama, sede de DM, lo que permitía a los fashionistas, personalidades, miembros de la prensa y hasta turistas aleatorios que entraban, gozar de un ambiente entretenido entre desfile y desfile, claro, los que no salían a cambiarse rápidamente de ropa, para estrenar creaciones exclusivas en cada desfile, ese trajín no lo aguanto yo, porque si mal no conté, algunas se cambiaban para CADA desfile, lo que hacía un total como de “cuchumil” (muchos), cambios por días.
Y hablando de desfiles, como de costumbre, los pleitos por esa primera fila no se hicieron esperar, hasta editoras de revistas importantes parando gente de SU silla de su propiedad, yo entiendo que es hora de manejarse mejor, pero eso soy yo que lo pienso eh! Otros que preferían no asistir a desfiles, porque su best friend no tenía también su primera fila y algunos que no iban más que a tirarse fotos, y los desfiles pa' cuándo? Pero eso también es cosa mía.
En la sala de prensa solo se escuchaban los cuentos, pero esta vez eran más cortos, ya que no teníamos ni un cafecito que compartir, no sé qué fue lo qué pasó este año, pero mi querida Siddy me buscaba un poquito hasta debajo de la tierra, solo por sentarnos a compartir las anécdotas recogidas a lo largo de los días.
Pero ya volviendo a lo bonito es lo bonito. Sin lugar a dudas y obviando lo del café y mi pie jodido, este ha sido el mejor año de Dominicana Moda, mucho más organizado, mucho más entretenido y propuestas tanto de diseñadores como de estilistas, impecables, dejando muy claro todo nuestro potencial.
Que bueno ver el trabajo de tantos años de todo un equipo, finalmente dando frutos y siendo aceptados más allá que una simple semana de desfiles. Como siempre digo el problema no está en el qué , el detalle está en cómo se manejan las cosas y la industria de la moda está muy lejos de ser una industria banal, es una fuente de ingresos y trabajo para tantas personas que dependen de ella y por demás es un verdadero arte que va mucho más allá de la ropa.
Ir a Dominicana Moda siempre será lo que con más ansias espsero de todo el año, estar en un lugar que envuelve a tantos por las mismas pasiones, ya sea el periodismo, el estilismo, los diseños o la confección; a todos nos mueve el corazón con la misma intensidad.
A continuación les dejo un resumen de los diesfiles que asistí, mis colecciones favoritas y algunas entrevistas realizadas a diseñadores nóveles!
Fancy Sinner
Paola Ready To Wear
Ariel Encarnacion
Camila
Carlos de Moya
Rafael Rivero
Jusef Sanchez
Arnaldo Womens Wear
Michelle Reynoso
Oscar de la Renta
Ha finalizado esta edición de Dominicana Moda y lo ha hecho de la mejor manera, cerrando con la colección resort de la casa Oscar de la Renta, ver su legado, su historia, en la tierra que lo vio nacer y que orgullo haber estado ahí, cerrar los ojos e imaginar esos días, embriagada por cada nota musical, por cada hilacha convertida en arte.
Y como en aquellos tiempos, por allá por los 1500, la Plaza Mayor de Santo Domingo, volvió a tener fiesta. Las luces de las estrellas adornaban una hermosa luna que nos daba la bienvenida y la magia de la sinfónica nacional, nos recibía al compás de cada paso de las modelos. La cálida noche era perfecta para disfrutar del talento de uno de nuestros grandes, pero también, el trabajo de cada una de las personas que se esfuerzan para que @DominicanaModa sea más que moda, me llena el alma haberlo vivido.
Gracias a Sócrates Mckenney por tomarnos en cuenta a las bloggers como parte importante en la difusión de la semana de la moda, gracias a Siddy Roque por ser soporte, amiga y mucho más en esos días.
Glorivette - Siddy Roque - Elisa Duarte |
Es posible que #DominicanaModa sea la única en su especie en tomar en cuenta el trabajo de Blogueras, Instagramers y Fashionistas, dándonos la facilidad de asistir!
Fui a una fiesta en la que mis pies no bailaron, pero en la que mi corazón eufórico no dejó de saltar.
Hasta el próximo año!
Bravo preciosa!
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