Como me gustan las confesiones, voy a empezar por una: A veces me da vergüenza decir que soy Blogger, pero déjame desglosarla para que entiendas por qué y no pongas esa cara.


Cuando abrí mi primer blog por allá por el año 2003, las cosas eran muy diferentes a lo que hoy día conocemos, no existían redes sociales, no había forma de “promocionar” lo que escribíamos, era algo que se hacía por pura pasión y solo leían, quienes también conocían el mundo “blogger”.

Se pasaban horas frente a la computadora buscando inspiración para temas, conversábamos con nuestros amigos, conocidos, familiares  o cualquier ser viviente, buscando de qué escribir, bueno, yo hasta de mi mascota escribí.

Via Giphy

 En ese entonces, mi mayor orgullo era decir que tenía un blog y mi vergüenza no viene de lo que escribo, o lo que encuentras en mis plataformas, viene de los miles de mitos sobre ser blogger o cualquier cosa relacionada y lo cansada que estoy de explicar lo contrario.

Hay que reconocer que sí es cierto que ser blogger, instagramer, Youtuber, cualquier otra "yerba" aromática digital y hasta comunicador/a, se ha convertido en una moda y para muchos es un relajo, hay niños que no quieren estudiar porque entienden que en las redes, subiendo puros disparates, se viralizarán y ricos serán, pero no tienen una idea, de todo lo que hay detrás de ser figura pública.


Este es un trabajo como cualquier otro, incluso cuando aún no ganas dinero; requiere muchísimo esfuerzo y conlleva inmensos sacrificios;  pero, como la mayoría de cosas en la vida, quienes están del otro lado, en este caso de la pantalla, solo ven el resultado final; el post perfectamente publicado, la foto magistralmente editada y el outfit impecable. Pero, ¿Sabes cómo llegaron ahí? Por obra y gracia del espíritu santo, no fue.

Entonces, ¿Cuáles son esos mitos que aun hoy, en pleno 2018 y con miles de blogueros, instagramers,  Youtubers y comunicadores exitosísimos, todavía muchos dan por certeros?

Ser blogger es un pasatiempo 
Normalmente así empezó el 80% de los que hoy son exitosos, como una forma de expresar lo que amaban, fuera moda, cocina, letras o estilos de vida; pero inmediatamente empiezas a tener audiencia, a fijar un horario para publicar, el hobbie, se convierte en trabajo, e insisto, incluso cuando aún no ganas dinero, la pasión, inconscientemente, se vuelve responsabilidad.


Hay que estar aburrido o tener mucho tiempo libre para dedicarse a las redes sociales 
Estee… ¡TODO LO CONTRARIO! El tiempo no alcanza y a veces escribes cuando “te sobra", pero siempre lo buscas porque [recordemos] la pasión está en la punta de los dedos. Otras veces una foto se hace en milésimas de segundos, porque entre todos los roles de tu vida diaria, esos segundos fueron los que alcanzaron; muchísimos tienen agendas programadas para sus fotos, artículos y todo lo relacionado a sus plataformas y hay quienes graban videos en horas de la madrugada, cuando todos los demás duermen.


Para ser #FashionBlogger hay que tener mucho dinero  
¿Has escuchado la historia de Aimee Song? Ella es una de las blogueras de moda más importantes  y de rica no tenía nada en lo absoluto, todo lo contrario! Pero la moda era su pasión y hacía inmensos sacrificios para poder postear algo diferente cada vez. Lee su historia, y te sorprenderás de la realidad! Pero ella no es la única, todas hicieron sacrificios para llegar a donde están hoy y muchos lo seguimos haciendo.

No se necesita saber de nada o estudiar nada para ser blogger

Y si no sabes de nada, ¿De qué diablos vas a escribir o hablar? Algún tema debes dominar y vuelvo a que por divina gracia, no fue que aprendiste. Bloguear es todo un proceso y si quieres convertirte en referente y hacerlo bien, necesitas educarte en el área a la que te quieres dedicar.  

Con respecto a este tema una de mis influencers favoritas, Maracas, dice lo siguiente:



Hay que ser joven para ser blogger. 


Este es un dato que la mayoría desconoce, pero en EEEUU, quienes popularizaron el blogging fueron las madres. ¡UNJU! esas mujeres que dejaron sus trabajos a un lado para dedicarse a la crianza de sus hijos, pero que ciertamente extrañaban algo profesional que hacer y empezaron a contar sus días, experiencias, consejos y trucos como madres a través de plataformas digitales.


Por el contrario entiendo que la edad es un número que por encima de todas las cosas, garantiza experiencias; lo que quiere decir que la Elisa de 35 es mucho más interesante al escribir que la de 18 y esa es la fortaleza de las letras.

A los influencers todo se lo regalan. 
No vamos a tapar el sol con un dedo y decir que es falso de toda falsedad, pero tampoco es verídico en su totalidad, es cierto que nos regalan muchas cosas, que envían productos para que probemos y demás, pero ¿cómo creen ustedes que nos dimos a conocer ante muchas marcas?  USANDO SUS PRODUCTOS, los cuales compramos con nuestro dinero de nuestros bolsillos! Y respecto a esto para no acalorarme, otra de mis favoritas, María Alejandra Guzmán, responde:




Sé influencer y automáticamente serás rico!
El mito de mitos, el real de todos los mitos, la mentira más grande que te han dicho! Con esto no quiero decir  que no podrás vivir bien (muy bien) de tus plataformas, se gana mejor que en muchos trabajos de oficina, pero la cosa no sucedió por arte de magia, ni es un botón que se le puncha a los blogs ni cuentas de Instagram.


Ese dinero se consigue a base (en la mayoría de los casos, tampoco vamos a mentir aquí) con mucho esfuerzo y mostrando tu calidad y tu verdadera influencia, porque de lo contrario, todo el que anda por la vida autodenominándose influencer, fuera muy rico. Iamdra Fermín piensa lo siguiente.




Finalmente y para comprobarme a #MíMisma que yo no era la única que pensaba esto, me puse a buscar información sobre el tema y me he encontrado con el artículo de Ana Mata  en el 2016 y sus líneas hasta me aguaron (humedecieron) los ojos:

“Cuando hablo de mí, lo que más me gusta contar es que soy blogger. ¿Sabes por qué? Porque de todas las cosas que he estudiado o aprendido en la vida, de todos los trabajos que he hecho y sigo haciendo, lo que más me gusta, lo que disfruto y lo que vivo, es mi blog.
Me he dejado una pasta en formación, trabajo en una empresa con presencia en diferentes países, he leído infinidad de libros y al final, para mí es un orgullo decir que soy blogger.No me importa no resaltar el resto del currículum que tengo, pero ¿sabes qué? La mejor carta de presentación que puedo ofrecer en cualquier lado, es mi blog. Ahí está plasmada mi experiencia, mi formación, mis tonterías, cómo soy, todo… Si sólo me limito a estudiar y tener un brillante currículum que nadie puede ver, no me vale de nada.”

Ana escribió esas letras como que pensando en todo lo que pasa por mi cabeza y alberga mi corazón. Bloguear, dejar mis conocimientos y experiencias plasmadas en cada sílaba que digito, en cada idea que deambula en mi cabeza por las noches, siempre será la pasión que me mueva. De niña yo soñaba con escribir un libro, aquí en mi blog, ya hay varios tomos de la historia de mi vida.

Este artículo que empezó como una sustitución al original que correspondía hoy, terminó como una lección para #MiMisma y un consejo para tí que aún dudas si debes o no dedicarte a cualquier plataforma digital. ¡HAZLO!, pero con MUCHA PASIÓN, deja en cada letra, en cada foto, en cada video, una parte de ti, no esperes tener equipos profesionales, no pienses en viralizarte y si nunca puedes ganar suficiente dinero de esto, piensa dejaste por los siglos de los siglos, en el inmenso infinito de los motores de búsqueda de Google, indexado a miles de enlaces y códigos que aún no entendemos, todas las pasiones que vivían en ti, contigo y eso hermana mía, hermano mío, es influenciar!

Si mañana abres un blog, ¿de qué trataría? ¡Te leo!