Desde niña he amado mucho la navidad, ha sido mi época predilecta, mis ánimos cambian para bien y me siento rodeada siempre de una sensación de alegría que no sé describir; pero no siempre ha sido así, pasé por etapas oscuras en las que no podía ver ni una lucecita encendida, etapas en las que la tristeza se apoderaba de mí y muchos años luego entendí, que era precisamente por lo que la navidad significaba y que en ese momento, no  sentía.

Cada año, por cuestiones de trabajo de mi padre debíamos dividirnos las festividades de noche buena y año nuevo con nuestras familias, la noche buena era propiedad total y absoluta de mi abuelita Olga. 

Mi hermano junto a la decoracion en casa de mi madre. 

Desde muy temprano en el mes, ella empezaba a planificarlo todo, que si el pernil, las decoraciones, convertía su casa, en la de santa, con todos los adornos hechos por ella y los pasteles en hoja, abrigados desde noviembre en el congelador, esperando la gran noche.  

Las cartas a Santa, su vino moscatel caballo blanco preparado para brindar, nueces golosinas y demás, hasta que el cansancio nos vencía y placidos nos íbamos a dormir a esperar que Santa nos visitara.  
Eso era la navidad para mí, ni más, ni menos.

Pero esta vez vuelvo a sentir cierta tristeza en navidad, pero no solo por mí, es por ver todo lo que se ha perdido, como cada día menos personas disfrutan la verdadera esencia de la navidad y se complican con adherir tantas cosas que no son necesarias, literalmente.


Pero. ¿Qué es eso que significa la navidad? Sin importar cuál sea tu creencia religiosa y a sabiendas de que es una festividad que nace en el seno de una religión en específico, entiendo que la navidad es una época familiar, es la oportunidad de ver a los que hace mucho que no ves, de compartir con la tía loca, con el primo que más come y hasta con la prima popis que siempre está a dieta y solo habla de la ropa nueva que necesita comprar, pero es tu prima y la conoces desde chiquitica.

La navidad es como San Valentín, tenemos licencia de ser cursis, de decirles a todos cuanto los queremos, tenemos permiso de comer mucho y sobre todo de soñar, de recordar nuestra inocencia y volver a ser niños por segundos cuando conversamos sobre nuestras añoranzas de infancia.


Hay cosas que no deben evolucionar, que no debemos “millenializar”, la navidad debe ser siempre lo que es, debe ser siempre esa época que nos permite disfrutar de los nuestros, que nos permite parar las agendas y disfrutar de lo que el tiempo, las distancias y la rapidez de los días, no nos permiten.

Deja de complicarte, no debe ser perfecta, no debe ser sacada de una foto de Pinterest, debe ser simplemente, una fiesta familiar. Por eso es que digo que mi familia me jodió la navidad, porque de otra manera me cuesta mucho disfrutarla. 


Si me concedieran un deseo, solo pediría volver un 24 de diciembre a la casa de mi abuela y que estén todos, que sea tan sencillo como antes y que mi abuelo Ernesto a escondidas de mi papá, me de el último pedacito de carne, antes de irme a acostar.


Y para ti, ¿Qué es la navidad?