DOS PUNTOS
No sé si fueron las tantas luces
que no te dejaron llegar a mi casa, o el hecho de que salí de la ciudad y olvidé
las galletas, tú sabes que no es la misma memoria de antes y la edad no
perdona; o fue que recordaste muy bien que para entregarme lo que te pedí, no debías
pasar. Sigo teniendo los mismos deseos, los mismos sueños, los anhelos de hace
20 años, esta vez, las adiciones son muy pocas.
Te recuerdo, por si se te extra
pápelo mi carta, que quiero mucha salud para mi mamá, aquello que te pedí para mi
hermano sigue en pie y para mis hermanitos que aunque no me vean, siempre sepan
que los amo por encima de todas las cosas.
No quería sonar muy Miss Santa,
pero de verdad que quiero la paz mundial, la tranquilidad de tanta gente que no
sabe qué
darle de comer a sus hijos, quiero siempre un techo en el que vivir y que lo básico
no me falte, no quiero lujos, quiero más
abundancia del alma que del banco, pero si te sobran par de millones, tampoco
me voy a poner brava.
También quiero pedirte disculpas
Santa por tanta gente que no cree en ti, entiéndelos, cometieron el error de
envejecer el alma y perdieron la ilusión de esperarte cada año, también están esos
que siempre se portan mal, los que no ayudan al prójimo, los que no comparten
lo que tienen y solo quieren ver crecer sus bolsillos y sus barrigas, (nada en
contra de las barrigas Santa, jamás pienses mal), esos, justifican no creer en
tí
para no rendir cuentas.
Yo tampoco he sido le niña más
buena de la lista, creo que ni al top 100 llego, es que tú sabes que esta boquita es difícil de
controlar, pero dame mi crédito, que este año di menos boches que nunca!
Hasta el próximo año Santa…!
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