Soy complicada
y mal hablada, hago demasiados gestos que me hacen ver enojada y te digo
aquello que no te gusta o que nadie se ha atrevido a decir, pero siéntate y te
cuento, por qué a pesar de esto, vale la pena
conocerme.
Si, te voy
a decir eso que no quieres oír, pero también eso que nadie te ha dicho y no me refiero
a los defectos, también te diré una y mil veces tus cosas buenas, te diré cuanto
sea necesario que valores tus capacidades, te diré que tan hermosos son tus
ojos o el sonido que haces al reírte y te daré abrazos ricos cuando menos los
esperes, también seré la que aceptará las llamadas de madrugada cuando el
llanto no te deje dormir y sin decirte que no llores por eso, en silencio te acompañaré
en esos momentos de solitud en los que no quieres estar solo.
Seré la que
resalte tus defectos, pero sobre todo la que enfatice tus virtudes, la que
siempre te verá con ojos de madre frustrada. Te
dije que tengo muchos defectos, pero cariño mío no te imaginas la cantidad de
virtudes que tengo y por las que vale la pena conocerme.
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