Y ya pasaron nueve
meses de aquel día que nos sentamos a escribir y visualizar aquellas cosas que
anhelábamos conseguir en este 2019. Metas, sueños, deseos, proyectos, cambios.
Imágenes, textos y pedacitos de nuestro corazón que plasmamos en un visionario
tablero y que ha llegado el momento de repasar.
La finalidad de este
ejercicio no es criticarnos ni entristecernos por las cosas que no cumplimos,
es ver qué pasos nos faltaron por dar, si fue que no lo conseguimos; felicitarnos
por aquellas que por lo menos iniciamos y ver qué podemos hacer para en estos meses
venideros, tomar acción por lo que aún tenemos tiempo. Saben que no me gusta
presionarme mucho con respecto a las metas y deseos, pues entiendo que aunque
yo tengo gran responsabilidad para su cumplimiento, también entiendo que el
Universo, Dios y quienes nos rodean, tienen su parte, así como el refrán que
dice “Ayúdate que yo te ayudaré”, la cosa es fisty fisty!
Debo confesarles que
este año no hice mi tablero y de verdad siento que eso influyó aunque sea de
manera sicológica en algunas cosas, por lo que ya en limpieza de fin de año en
mi hogar, ando recolectando revistas para mis recortes. En este enlace puedes leer mis metas de principios de año, pero vamos al repaso.
Ser menos dura conmigo misma
Debo reconocer que por
lo menos inicie y tome conciencia en el asunto, he aprendido a entender que no
todo depende de mí, que tengo más capacidades de las que me permitía reconocer
y que soy mejor persona de lo que los demás puedan percibir. Por eso de mi
temperamento y mi bocota.
Bailar una vez a la semana
Empecé, me paré a
medio camino y llevo como dos meses sin hacerlo, pero empecé y vi que no era
tan difícil, aunque solo lo hice en mi casa.
Desayunar
No, aun me sigue
siendo muy difícil. Así que ahí debo
buscar ayuda profesional.
Tener citas con mi pareja
Aunque no ha sido
tanto como quisiera, lo hemos hecho, pero ha sido sin darnos cuenta y quizás no
lo hemos aprovechado como tal, por eso es que debo hacer mi tablero y ponerlo
visible para ir recordándome diario las metas.
Agradecer más por lo que tengo
Sí, siempre lo he
hecho pero este año he estado muy consiente al hacerlo, agradezco cada vez que
como pensando en aquellos que no, agradezco mi techo aunque no sea tan bonito
como quiero.
Sacar una tarjeta de crédito
Señoras y señores Elisa
sacó su primera tarjeta! Aplauso de pie para mí! Bueno no es de crédito porque
no califico para eso, pero si Dios quiere y con la ayuda de Wilma, para el año próximo
tendremos una de crédito y Elisa dejará de ser invisible crediticiamente.
Ser feliz
*Aunque no me escuche
seguimos trabajando para usted*
Pero he aprendido a absorber
mis momentos de felicidad, a ver que la merezco independientemente de los errores
y los dolores y he entendido que así funciona la felicidad, llena de momentos.
Quizás no he
conseguido ni la mitad de lo que me propuse, aquellas metas que guardé solo
para mí, tampoco las he cumplido del todo, pero sí quiero y tengo los recursos,
como les confesé, me frena un miedo terrible a fracasar, sigo trabajando con
eso, diciéndome a mí misma cada segundo del día que puedo. Sigo también mandándome
a la mierda y ordenándome desapendejarme.
Así que no te sientas
mal si no has conseguido lo que quieres, haz lo que tengas que hacer, da los
pasos necesarios o por lo menos gatéalos, pero vamos a hacer aunque sea una de
esas cosas antes que termine el año y si fracasamos, bueno qué es lo peor que
puede pasar? Perder unos cuantos pesos o no ganar lo que esperábamos, pero nos quedará
la satisfacción de que algo hicimos.
Dime, ¿Qué vas a
hacer? Te leo.
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