Ser auténtico en un mundo
que 24/7 te incita a la perfección no es fácil, lo sé, también pasé por ese proceso de dejar de mostrarme tal cual, en redes, lo que me
provocó muchas amarguras y varias crisis existenciales.
Hay videos antiguos que no puedo ni mirar,
fotos que mi sonrisa estaba tan fingida que incluso he pensado borrar, es mucho
el contenido de valor que tuve que quitar de mi perfil porque nadie le daba like;
está mal de mi parte, pero eso lo entendí cuando decidí hacer las paces conmigo
y contigo, ya me explicaré.
Y es que el problema viene arraigado a aquellos
ejemplos de “éxito” que vemos, a ese contenido “depurado” que la mayoría comparte.
La familia, el tutorial, el hijo, el cabello, la comida, todo lo que veías era
perfecto, sacado de un tablero de Pinterest y te sentías mal y decías que tú también
debías mostrar esa perfección.
Pocos dicen lo que verdaderamente piensan, muchos hablan de lo que conviene o está en tendencia, los valores e ideales
propios se suben a la balanza del like y se miden “asegún” tus
seguidores.
Pero ¿Qué pasa si yo NO soy perfecta? El
detalle está en que nadie lo es, ninguna de esas
personas lo son, pues hay una enorme diferencia entre lo que se es y lo que se
muestra, pues lo que se es, tiene demasiadas vertientes antes de ser
compartido.
Absolutamente nadie tiene la vida tan perfecta
como en sus redes, las parejas que no discuten nunca no existen y a NADIE le
sale un tutorial de una, son muchas las tomas cortadas y son incontables los
selfies de por medio para sacar el perfecto.
Pero el culpable de todo esto, eres tú, claro
si te sirve el sombrero, por rechazar lo no perfecto. Muchos prefieren seguir
aquello que no pueden tener, idolatrar la vida maravillosa de alguien sin
interesarle cómo llegó ahí, sin
interesarle sus luchas.
Beyonce dijo hace poco en un video colgado en
sus redes que ella había ganado 20 y tantos Grammys, pero había perdido 46,
nadie quiere saber los que perdió, solo se enfocan en los que ganó y esas pérdidas son también parte del éxito, eso me demuestra a mi que
debo seguir trabajando, que debo también admirarla por aquello que ha batallado,
pero no todos piensan como yo.
Por eso muchos esconden su imperfección, por
miedo al rechazo, mis publicaciones más reales o las más educativas son las que menos alcance tienen.
En mis
talleres de marca personal, intento dejarle en claro a los participantes que
todo tu combo es parte de tu marca, incluso los defectos y complejos, esos serán
los que lograrán crear identificación con personas que sientan o piensen lo
mismo que tú.
Pero como sé que el mostrarnos tal cual es un proceso, aquí te dejo algunos consejos
que debes tener presentes a la hora de hacerlo.
•Aprende sobre ti.
•Descubre quién
verdaderamente eres y no quien intentas ser.
•Aprecia y valora tu historia.
•Deja de complacer a otros.
•No te preocupes por lo que piensen o
dirán.
•Haz las paces contigo.
•Confía en ti.
•Deja de ver tu imperfección como un
defecto.
•Permítete y permítele a los demás conocer
tu esencia.
•No seas lo que crees los demás quieren
ver de ti.
Lo más
importante es que recuerdes que no puedes dejar de ser tu por presión exterior,
por miedo al rechazo, por miedo a perder, cuando intentas complacer a los demás
mostrando una imagen falsa o a medias, estás siendo
desleal a ti, a lo que te define, a como fuiste creado.
Sí, aparecerán aquellos que no te acepten tal cual eres, pero la pregunta es, en tu vida offline, en tu casa, ¿Quieres personas que no te acepten tal cual eres? Tus redes son parte de tu mundo, tampoco lo permitas ahí.
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