Se está acercando el fin de año, empezamos a organizar en nuestra cabeza, metas y resoluciones, pero tú en silencio te dices que estás en la carrera equivocada y no sabes qué hacer, no quieres seguir ahí, pero si te cambias, serás un fracaso.

¡NO MI AMOR! Un fracaso serías si sigues perdiendo tiempo en algo que no te apasiona y en donde nunca darás el 100%. Ese error ya lo cometí y no quiero que tú también lo cometas.


¿Qué hago si elegí la carrera equivocada?
Cuando vienes de un hogar que se han formado por una línea muy específica, inconscientemente optas por lo mismo, pensamos que ese debe ser nuestro camino, que eso nos asegurará un puesto en el negocio familiar o que llevará comida segura  a la mesa, esa carrera es la que te brindará la estabilidad económica que anhelas.

¿Quieres ser una persona exitosa en todo el sentido de la palabra o un profesional infeliz con un buen salario?

El éxito no está solo relacionado con el dinero y ese es un error que muchos cometen. Está totalmente asociado con cómo te sientes con respecto a la vida que llevas y eso está esclarecido en los hábitos de personas exitosas.

Algo que admiro de las universidades en norte américa es que el primer año realmente no estás estudiando nada, es decir, es un año precisamente para descubrir qué verdaderamente te gusta y en qué eres bueno; pero en muchos países, entras el primer día, en matemática 101, como un futuro médico, abogado o ingeniero.

Y cuando llegan las asignaturas de carrera, esas que son las llamadas “filtros” por los maestros, descubres que eso no es lo tuyo y ahí empiezan las calificaciones a bajar, las ganas a desaparecer y tú a sentirte el estudiante fracaso de toda la uni.

Piensas en cambiarte, en tomarte un año sabático, pero y cómo le das la noticia a tus padres que con tanto esfuerzo te pagan los estudios. El índice académico baja y los honores automáticamente se pierden. La mejor opción es quedarte ahí, terminar la carrera, desperdiciar esos años de tu vida y rogar a los santos llegar ileso a la graduación.

¡Pero Elisa dime qué hago! ¡TE CAMBIAS DE CARRERA!

Tan sencillo como eso, pero debes tener total seguridad de que la siguiente, es la indicada, pero que no pases por tres facultades como lo hice yo. SÍ, medicina, derecho y finalmente relaciones humanas. Desde el primer día debí inscribirme en Comunicación Social, pero no fue así.  

Las razones principales por las que se elige la carrera equivocada son:
Pensar en ingresos
Pensar en una carrera que no tenga mucha matemática
Pensar en una carrera que no conlleve leer mucho, prefieres los números
Por herencia y/o costumbre familiar
•Porque brinda estatus social
•Por impulso

¿Cómo elijo mi carrera?

Aquí es donde entrar tus talentos y habilidades. ¿Qué es eso que sabes hacer sin esfuerzo? Eso que se te da bien, que te aprendes con una pequeña lectura, que cuando te escuchas hablar piensas ¡Oh pero soy Einstein! ESA, debe ser tu carrera y éste es el momento para analizarlo.

Yo sé que te da miedo, pero debes pensar en futuro, en ser la mejor versión de ti que quieras ser. Muchos enfocan sus carreras en el ingreso económico que les va a generar y lamentablemente al final, se agotan y en la mayoría de los casos se pasan la vida pensando en lo que “hubiera sido si”. Otros lo hacen por asegurarse un puesto en el negocio familiar, o porque hay que elegir una carrera “seria” pero estamos en la era de que ya cualquier carrera, incluso aquellas que antes no eran consideradas como tal, pueden funcionar en muchísimos otros puestos de trabajo u oficios.


Yo soy una Psicóloga Organizacional que se dedica a las redes sociales y a la comunicación social y eso lo conseguí enfocándome en lo que sí me gustaba e instruyéndome en esas áreas.

Piensa en las cosas que se te dan con facilidad
•¿Qué es eso que harías aun sin que te paguen?
•¿Cuál consideras que es tu mayor talento?

Finalmente, olvídate de qué dirán los demás, ninguna de sus opiniones te acompañarán cuando el fracaso te agobie, pero te aseguro que sí querrán estar para celebrar tus triunfos.

El 2020 es año bisiesto, es el año para tomar las decisiones que nos harán mejores profesionales, pero también mejores personas, es el año que marca el inicio de una nueva década y yo estoy segura que ya no queda tiempo para desperdiciar.

Hazlo, si lo deseas, hazlo y no lo pienses más.